En el año de 1951, Jarre se convirtió en el director del Teatro Nacional Popular, y un año después compondría su primera partitura para cine, la banda sonora del cortometraje Hotel de los Inválidos. Durante la década de los 50, el compositor seguiría trabajando en música para cine, aunque no dejaba de lado la composición de otras obras que no fueron hechas para el séptimo arte o medios audiovisuales.
El célebre director británico David Lean, considerado por muchos como uno de los más grandes directores de todos los tiempos, había trabajado en 1957, en la película ganadora de 7 premios Oscar, El Puente sobre el río Kwai, junto al productor austriaco Sam Spiegel. Éste último ya tenía en mente desde hacía varios años, la realización de una película épica-histórica sobre la vida de T.E. Lawrence, el recordado teniente coronel británico, arqueólogo y escritor, quien durante dos años, entre 1916 y 1918, fue enviado para asesorar a los árabes en su lucha contra los turcos otomanos por el poder de la península arábiga, en lo que se conoció como “La Revuelta Árabe”.
Lean y Spiegel eligieron a un elenco de lujo, para esta gran producción titulada Lawrence de Arabia, tales como el irlandés Peter O’Toole, quien se inmortalizaría con su encarnación de Lawrence, así como Alec Guiness, Omar Sharif y Anthony Quinn, entre otros. David Lean contactó a Maurice Jarre, desconocido hasta ese momento, luego de que los británicos William Walton y Malcolm Arnold, no estuvieran disponibles para la composición de la música, para que realizara en el transcurso de seis semanas, una partitura orquestal de dos horas de duración.
Éste llamado por parte de Lean a Jarre, significó, por un lado, el salto a la fama mundial para el francés, y por el otro, la creación de una de las bandas sonoras más importantes y recordadas en la historia del séptimo arte.
En palabras del catalán Conrado Xalabarder, experto en bandas sonoras, la banda sonora compuesta por Maurice Jarre para Lawrence de Arabia es “Música solemne, algo afligida y con espíritu épico, con la que el compositor expresó el atormentado espíritu del personaje protagonista y su enfrentamiento a la inmensidad del desierto. Junto a la vertiente más clásica, destacó los sonidos electrónicos que recreaban el misterio y los peligros de los vastos paisajes arenosos, pero también la fascinación que provocaban de infinidad y majestuosidad.” Esta película se llevaría 7 premios Oscar, 5 Globos de Oro y 4 premios BAFTA, y es considerada por muchos críticos, como una de las mejores producciones cinematográficas jamás realizadas.
Luego del éxito obtenido con Lawrence de Arabia, en el que la música fue un elemento fundamental, Maurice Jarre trabajaría nuevamente con David Lean, en su siguiente producción, la adaptación de la novela de Boris Paternak, Doctor Zhivago, en la que se muestra la historia de un médico soviético, Yuri Zhivago, interpretado por Omar Sharif, quien luego de apoyar los movimientos bolcheviques, no puede concebir la revolución que se da en 1917, viviendo un desplazamiento forzado a causa de la guerra civil. Dentro de la historia, el hombre casado con una mujer de la alta burguesía rusa, se reencuentra con Lara, una joven a la que había conocido años atrás en Moscú, cuando ella trabajaba como enfermera. Luego del reencuentro, la relación se transforma en una relación amorosa.De la partitura creada por Maurice Jarre, una de las más recordadas de su repertorio, la cual lo hizo merecedor de su segundo premio Oscar y de un Globo de Oro en la categoría de Mejor Banda Sonora Original, así como del premio Grammy en la categoría de Mejor Banda Sonora para televisión, cine u otro medio visual, se extrae un corte muy famoso, uno de los más interpretados y famosos temas de amor del cine, el tema de Lara. Es un vals, con balalaika incluida, uno de los instrumentos autóctonos rusos, que utilizó Jarre para esta composición, una de las más importantes de su carrera.
En 1966, Jarre trabajaría en ¿Arde París?, película dirigida por René Clement, con guión de Francis Ford Coppola y Gore Vidal, y las actuaciones estelares de Kirk Douglas, Glenn Ford, Anthony Perkins y Orson Welles, entre otros, fue basada en el bestseller escrito por Larry Collins y Dominique Lapierre, que tiene lugar en la París de la Segunda Guerra Mundial, cuando las tropas americanas y francesas trataron de liberar a la capital francesa de las garras del nazismo. De hecho, la frase que le da título a la película, fue pronunciada por el líder nazi Adolf Hitler. La película recibiría dos nominaciones en los premios Oscar, a Mejor Fotografía y Mejor Dirección Artística.
En ese mismo 1966, Jarre compondría la música de una película que narra la historia de cuatro pilotos ficticios de Fórmula 1, quienes compiten en por el campeonato mundial, Grand Prix, dirigida por John Frankheimer. Dentro del argumento también se muestran las relaciones que viven las mujeres que tratan de vivir con estos pilotos, quienes corren un alto riesgo al competir. Dentro de la película, que ganó 3 premios de la Academia, en las categorías de Mejores Efectos de Sonido, Mejor Edición y Mejor Sonido, aparecen algunas imágenes de pilotos reales de la Fórmula 1, como Juan Manuel Fangio, Jim Clark, Phil y Graham Hill.
Dos años después, Jarre trabajaría en Isadora, una película autobiográfica sobre la vida de Isadora Duncan, la célebre bailarina de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, quien es considerada por muchos como la madre de la danza moderna. Duncan fue encarnada por la británica Vanessa Redgrave, quien sería nominada en los premios Oscar en la categoría de Mejor Actriz Principal, y recibiría el premio a Mejor Actriz en el Festival de Cannes, en donde fue nominada a la Palma de Oro, esta cinta, que fue basada en varios libros que narran la historia de esta bailarina.
Luego de su trabajo en Isadora, Maurice Jarre trabajaría con uno de los directores más populares e importantes en la historia del cine, el británico Alfred Hitchcock, el llamado maestro del suspenso. Jarre compondría la música para la película Topaz, basada en la novela homónima del novelista estadounidense Leon Uris, y estrenada en el año de 1969.
Esta historia de espionaje tiene lugar durante el período de la guerra fría, cuando un agente del servicio americano secreto, se entera por medio de un oficial soviético, quien busca asilo político en Estados Unidos, de que los soviéticos están construyendo una base de misiles en Cuba. De igual manera, este desertor soviético informa de la existencia de un “topo”, apelativo para un agente secreto infiltrado, quien lidera una organización llamada Topaz, que traspasa información de la OTAN a la Unión Soviética. La película contó con las actuaciones de Frederick Stafford, John Forsythe, Michel Subor, Dany Robin y Claude Jade, entre otros.
En 1975, el director John Huston realizó una película basada en una historia corta escrita por el británico Rudyard Kipling, titulada El hombre que sería rey, protagonizada por Sean Connery y Michael Caine, que narra la historia de dos ex suboficiales británicos, miembros de la Logia masónica, quienes por su ambición y ansias de poder, se internan en el Raj Británico, nombre que se le dio a la administración colonial británica en el subcontinente de la India, y allí realizan actividades de legalidad dudosa, juntando pequeñas aldeas en Kafiristan, actual Nuristan, para formar un pequeño ejército, y proclamarse reyes. Esta cinta, recibiría 4 nominaciones en los premios Oscar, a Mejor Guión Adaptado, Mejor Dirección Artística, Mejor Diseño de Vestuario y Mejor Edición. Jarre creó una solemne partitura para esta película.
Por solo mencionar algunas: Peter Ustinov, Sir Laurence Olivier, Anthony Quinn, Anne Bancroft, Olivia Hussey y Ernest Borgnine, nada más y nada menos. El británico Robert Powell, quien encarnó a Jesús, se inmortalizó con su papel, debido a su parecido físico al prototipo histórico que hemos tenido sobre Jesucristo. La miniserie fue filmada en localidades de Marruecos y Túnez, y duró en total 371 minutos, es decir un poco más de seis horas.
La música compuesta por Maurice Jarre, es uno de los grandes logros de esta superproducción, y también uno de sus mejores trabajos, en el que acudió a lo étnico y a lo solemne. Ésta característica fue uno de los grandes aciertos y logros de Maurice Jarre a lo largo de su carrera, ya que compuso temas de gran solemnidad y elegancia, que incluían melodías e instrumentos étnicos del lugar donde se desarrollaba la historia. De esa manera la música servía para contextualizar y a su vez era utilizada con fines dramáticos, de acuerdo al argumento de cada uno de los filmes. En palabras de Conrado Xalabarder, experto en bandas sonoras, Jarre creó para Jesús de Nazaret, una “Majestuosa partitura de hermoso tema principal, en el que fluye cierto sentido de la espiritualidad.”
En 1977, Jarre compondría la música de la película El Mensaje, cinta que retrata la vida y el mensaje que el gran profeta Mahoma dio al mundo, paralelo al nacimiento de la religión musulmana. La película fue dirigida y producida por el sirio Moustapha Akkab, y contó con la actuación estelar de Anthony Quinn y de la griega Irene Papas.
Al igual que en Jesús de Nazaret, en El Mensaje, Jarre logró aprovechar todas las influencias arábigas, en cuanto a melodías e instrumentación, para la creación de una solemne partitura, que lo hizo merecedor de la nominación en los premios Oscar en la categoría de Mejor Banda Sonora Original.
Pasaje a la India fue aclamada por la crítica y recibió 11 nominaciones en los premios Oscar, llevándose a la postre dos estatuillas, en las categorías de Mejor Actriz de Reparto, por la actuación de Peggy Ashcroft, y a Mejor Banda Sonora Original, por el trabajo de Maurice Jarre.
En la década de los 80, Jarre comenzó a experimentar con música electrónica en la composición de sus bandas sonoras. De hecho, uno de sus hijos, Jean Michel Jarre, fue uno de los pioneros en este campo, y ha vendido hasta la fecha aproximadamente 80 millones de discos. Esta fue la segunda vertiente en las composiciones de bandas sonoras de Maurice Jarre, además de la música orquestal.
En 1995, Maurice Jarre recibió un Globo de Oro por su trabajo en la película Un paseo por las nubes, dirigida por el mexicano Alfonso Arau y protagonizada por Keanu Reeves y Aitana Sánchez-Gijón. Esta cinta estuvo basada en la película italiana de 1942, titulada Cuatro pasos por las nubes. La historia nos muestra a un joven, el sargento Paul Sutton, quien tras regresar de la Segunda Guerra Mundial, conoce a una mujer hispana llamada Victoria, quien está embarazada, pero no se ha casado. Ella teme la reacción que su padre pueda tener, por lo que Paul se hace pasar por el padre del niño, y de allí nace una relación sentimental que enmarca a esta película.
Además de los trabajos mencionados, Maurice Jarre fue el autor de bandas sonoras para películas como Los Profesionales, Top Secret!, Atracción Fatal y Ghost. Su último trabajo lo realizaría en 2001, para una película de televisión titulada Levantamiento, acerca del levantamiento del ghetto de Varsovia contra los alemanes en 1943, durante la Segunda Guerra Mundial.
El reconocido y célebre compositor de bandas sonoras John Williams, declaró días después de la muerte de Jarre, que “Será recordado por su importante contribución a la música para cine, todos nos hemos enriquecido por su legado”.
Domingos 10 y 17 de mayo de 2009 - 10:30-11:00 p.m. (GMT -05:00) Escúchelo por los 91.9 FM de Javeriana Estéreo o a través del audio en vivo del portal web http://www.javerianaestereo.com/