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El pasado 30 de enero falleció a sus 77 años uno de los compositores más prolíficos e influyentes en la historia de las bandas sonoras, el inglés John Barry Prendergast. Este músico, reconocido principalmente por haber compuesto 11 de las 22 bandas sonoras de las películas del famoso agente 007, James Bond, y por haber creado clásicas partituras para cintas como El León en Invierno, África Mía y Danza con Lobos, entre muchas otras, obtuvo cinco premios Óscar, cuatro Grammys, un Globo de Oro y un BAFTA a lo largo de su carrera que abarcó cuatro décadas. Con motivo de la partida de Barry, dedicaremos nuestras dos próximas emisiones a hacer un recorrido por su vida y obra, escuchando y recordando algunas de sus más célebres creaciones.
Nacido en York el 3 de noviembre de 1933, John Barry era hijo de una mujer que tocaba música y de un irlandés que trabajaba como operador de cine en la era muda del séptimo arte. De ellos heredó el gusto por estas artes y lo aplicó durante el resto de su vida. Formado como pianista clásico, el inglés aprendió a tocar la trompeta también y se acercó al mundo del jazz. Cuando prestó el servicio militar tocaba el instrumento en la banda del ejército y a su regreso comenzó su carrera musical en forma. Además de ser instrumentista, Barry se interesó por los arreglos y la composición y se especializó en ese campo.
Luego de presentarse en un programa juvenil de la BBC con su septeto The John Barry Seven, el reconocido sello EMI firmó contrato con la agrupación y grabaron varios discos que obtuvieron éxito en listados. Su primera banda sonora fue la de la película Beat Girl, cinta británica estrenada en 1960, que retrata la vida de una joven londinense que pertenece a la generación beat, impulsora y gestora de la revolución juvenil que inició a mitad de los años 50 y que tuvo como motor impulsor al rock and roll. En esta producción hizo su debut en el mundo de la música para cine el compositor John Barry, quien compuso una partitura meramente ambiental en la que predominan los sonidos del rock y jazz.
Pero el gran salto a la fama mundial vino en 1962 para Barry, cuando la productora de Doctor No, primera película de James Bond, lo eligió para que arreglara el tema central del filme, compuesto por Monty Norman. A pesar de que durante mucho tiempo Barry y Norman estuvieron en juicio reclamando los derechos de autor del famoso tema, uno de los más célebres en la historia de la música para cine, el británico perdió el litigio. Aunque nunca se sabrá quién lo ideó, lo cierto es que Barry le imprimió su sello personal al tema que identifica al agente 007, y gracias a su arreglo e interpretación por parte de su septeto, este cobró vida e inmortalizó a Bond.
El inglés impuso la costumbre de tener una canción principal en cada una de las cintas de la saga, además de la música incidental. Y fueron justamente estas canciones las que quedaron en la memoria de las audiencias y se convirtieron en grandes clásicos de la música popular. Célebres voces como las de Louis Armstrong, Shirley Bassey, Nancy Sinatra, Tom Jones, Matt Monroe, Lulu y Lani Hall le dieron vida a estas canciones compuestas por Barry, quien trabajó en asocio con famosos letristas como Leslie Bricusse, Tim Rice o Burt Bacharach.
Barry compuso la música original de once de las 22 películas del agente secreto 007, que en orden cronológico son las siguientes: De Rusia con Amor, Goldfinger, Operación Trueno, Sólo se vive dos veces, Al servicio secreto de su majestad, Los diamantes son eternos, El hombre de la pistola de oro, Moonraker, Octopussy, Una vista para matar y Su nombre es peligro. En estas dos últimas cintas, estrenadas en los años 80, el británico trabajó junto a dos agrupaciones de rock-pop de la época, Duran Duran y a-ha.
La influencia de Barry sobre la música las películas de James Bond fue fundamental y su participación en estas producciones marcó un hito en su carrera artística, en las que demostró su versatilidad para crear música de diversos géneros. Sin embargo, al mismo tiempo que trabajaba en estas cintas y luego de que su agrupación se disolvió, el compositor se dedicó de lleno a componer bandas sonoras para cine y televisión. Durante la década de los 60, el inglés desempeñó un rol importante en la creación de la música del free-cinema británico, producciones para las que compuso en su mayoría partituras jazzísticas. Pero también escribió extraordinarias partituras sinfónicas en las que dio muestras de su talento para crear melodías muy bellas y evocadoras.
Tal fue el caso de la banda sonora de la película Nacida libre, que lo hizo merecedor de dos premios Óscar en las categorías de Mejor Banda Sonora Original y Mejor Canción Original por el tema central homónimo. De igual forma, fue nominado en los Globos de Oro y premios Grammy por dicha partitura, en la que el británico buscó darle un aire pastoril a la música que acompaña este filme que narra la historia real de la zoóloga Joy Adamson y Elsa, una leona domesticada a la que Adamson le devuelve su libertad en tierras africanas.
En 1968, el inglés compuso la banda sonora original de la película El León en Invierno, producción británica estrenada en 1968, basada en un musical de Broadway homónimo que narra el conflicto de sucesión y poder entre el rey Enrique II de Inglaterra y sus hijos, mediado por su esposa Leonor de Aquitania. Peter O’Toole y Katherine Hepburn actuaron en los roles protagónicos y Anthony Hopkins debutó en la pantalla grande en el papel de Ricardo.
Esta banda sonora es una de las obras cumbre de John Barry, quien se llevó por tercera ocasión la estatuilla dorada en los Óscar y el premio BAFTA que otorga la Academia Británica en la categoría de Mejor Banda Sonora Original. Además, Barry fue nominado a un Globo de Oro, galardón otorgado por la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood que le fue esquivo durante toda su carrera. Para la partitura de El León en Invierno, Barry mezcló música medieval con temas contemporáneos, y le dio un papel relevante a la voz humana, presente en casi todos los cortes.
En 1969, año en que Barry recibió los galardones mencionados anteriormente por su trabajo en El León en Invierno, se estrenó la cinta Perdidos en la noche, dirigida por John Schlesinger y protagonizada por Dustin Hoffman y Jon Voight. El filme narra la historia de dos hombres en Nueva York que intentan salir de su condición de marginados. Dicho filme obtuvo tres premios Óscar, incluyendo el de Mejor Película. John Barry se encargó de componer la música y a la postre se llevó su primer premio Grammy en la categoría de Mejor Corte Instrumental por el tema central del filme.
Barry también dejó marcada una huella importante en la música para televisión. El tema central de la clásica serie Dos tipos audaces, protagonizada por Tony Curtis y Roger Moore, es considerado por muchos como el más grande jamás compuesto para televisión y al momento de su lanzamiento se convirtió en un éxito en los listados de popularidad europeos. Esta producción británica, que muestra las aventuras que viven un noble británico y un magnate neoyorquino, tuvo 24 episodios que fueron emitidos entre 1971 y 1972.
De esa manera, iniciaron los años 70 para Barry, luego de una primera década de trabajo llena de éxitos y reconocimientos a su genialidad y talento musical. En 1972, el inglés recibió su cuarta nominación en los premios Óscar por la banda sonora original de la película María, Reina de Escocia, que junto a El León en Invierno, El Último Valle, estrenada en 1970, y Robín y Marian, de 1976, conformaron la tetralogía de cintas del género histórico para las cuales Barry aportó su música. Todas ellas son obras imprescindibles dentro del repertorio del compositor.
Durante la segunda mitad de la década de los 70, Barry creó nuevas y destacadas partituras como Robin y Marian, de 1976, con la que terminó la tetralogía de bandas sonoras del género histórico; King Kong, del mismo año, un remake de la clásica cinta homónima de 1933 que narra la historia del gorila gigante del mismo nombre capturado y trasladado desde la selva hasta Nueva York; El Abismo, de 1977, cuya canción principal fue interpretada y coescrita por la reina del disco, Donna Summer, y fue nominada en la categoría de Mejor Canción Original en los Globos de Oro; La Calle del Adiós, de 1979, cinta protagonizada por Harrison Ford; y Moonraker, de ese mismo año, que significó su octavo aporte a la música de James Bond y es, quizás, una de las mejores bandas sonoras creadas por el inglés para la saga.
Aunque los 70 no fueron tan exitosos en cuanto a reconocimientos para el músico inglés como lo habían sido los 60, en los años 80 Barry volvió a ser noticia, especialmente durante la segunda mitad de dicha década cuando obtuvo nuevamente múltiples galardones por algunos de sus trabajos.
En 1980, el británico creó la partitura original de la película Pide al tiempo que vuelva, del director francés Jeannot Szwarc, protagonizada por Christopher Reeve, Jane Seymour y Christopher Plummer. La historia de esta cinta fue escrita por Richard Matheson, quien adaptó su novela Bid Time Return. En ella se muestra a un hombre obsesionado por un cuadro que logra viajar en el tiempo y llega a principios de siglo, donde conoce y vive un romance con la mujer que aparecía en dicha pintura. A pesar de que la película no tuvo mucha acogida al momento de su estreno, años después se convirtió en un filme de culto, y uno de los elementos más destacados y recordados de la producción es la música compuesta por Barry. El inglés demostró una vez más su don para crear melodías románticas, delicadas y evocadoras.
En 1984, John Barry escribió una partitura que combinó temas de jazz con cortes dramáticos que acompañan los momentos de soledad de algunos de los personajes en la película The Cotton Club, dirigida por el reconocido cineasta Francis Ford Coppola y protagonizada por Richard Gere y Diane Lane. Este filme retrata la vida en Harlem, Nueva York, de los años 20 y 30, y el famoso club nocturno The Cotton Club, donde se daban cita celebridades del momento.
Gracias a este trabajo, el inglés obtuvo su segundo premio Grammy, esta vez en una categoría diferente a las que premian la música para medios audiovisuales, la de Mejor Interpretación Instrumental de Jazz para Big Band. Este galardón premió nuevamente la versatilidad de Barry, quien se movió sin problema a lo largo de su carrera por distintos géneros musicales siempre con éxito.
Durante el primer lustro de los años 80, además de las dos bandas sonoras que escuchamos en el último segmento, Barry compuso joyas musicales como Rescaten el Titanic, de 1980, Fuego en el cuerpo, de 1981, y Frances, de 1982, cinta protagonizada por Jessica Lange. Pero en 1985 vino uno de los momentos cumbre en la carrera del compositor, cuando se estrenó en diciembre de aquel año la película África Mía, del director Sydney Pollack. Esta producción basada en la epopeya escrita por la danesa Karen Blixen, quien fue encarnada por la extraordinaria Meryl Streep, narra las vivencias de esta mujer que pertenecía a la aristocracia danesa, quien se radicó durante casi 15 años en Kenia, que por ese entonces era un protectorado británico.
La cinta fue filmada en territorio africano y a la postre obtuvo siete premios Óscar, tres Globos de Oro, incluyendo los de Mejor Película y Mejor Banda Sonora Original, y tres BAFTA. Barry creó una partitura romántica que ambienta a la perfección la historia de Blixen, su romance con un cazador inglés y los paisajes en que se desarrolla el filme, tal y como lo había hecho en Nacida Libre, de 1966, historia que también tiene lugar en el continente africano. Esta fue la partitura que le dio más reconocimientos al británico, pues recibió su cuarta estatuilla dorada en los Óscar, su primer y único Globo de Oro, y su tercer gramófono en los premios Grammy.
En 1990, vino un nuevo éxito para el inglés con la banda sonora original de Danza con Lobos, cinta del género del oeste dirigida y protagonizada por Kevin Costner que obtuvo más de treinta galardones a nivel internacional, incluyendo siete premios Óscar y tres Globos de Oro. Esta pletórica y emotiva partitura significó mucho para el compositor británico, pues venía de sufrir una crisis de salud importante, luego de padecer el síndrome de Boerhaave, una ruptura de la pared del esófago, en 1988, algo que lo tuvo dos años por fuera del medio. Fue una especie de renacer para Barry y gracias a su trabajo en esta épica producción obtuvo su quinta estatuilla dorada en los premios Óscar, su cuarta en la categoría de Mejor Banda Sonora Original, que lo ubicaron en la tercera posición del historial de este galardón, detrás de Alfred Newman y John Williams, y en el mismo escalón junto a Johnny Green, André Previn y Alan Menken.
De esa forma, iniciaron los años 90 para Barry, una década en la que el británico no compuso demasiadas partituras pero realizó varias muy sobresalientes. Una de ellas fue la de la película Chaplin, una cinta biográfica que narra la vida de este gran genio del cine, encarnado por Robert Downey Jr. La producción fue dirigida por el británico Richard Attenborough y se estrenó en 1992. Barry compuso cortes dramáticos y cómicos que acompañaron de manera acertada la historia de Chaplin. El inglés fue nominado en los premios Óscar y Globos de Oro de 1993 por este trabajo.
En 1994, Barry compuso la banda sonora original de la película El Especialista, cinta de acción y drama dirigida por el peruano Luis Llosa y protagonizada por Sylvester Stallone y la despampanante Sharon Stone. Este filme muestra la historia de un detective de la CIA que busca acabar con un grupo de delincuentes, tarea que le ayudará a resolver la amante de uno de sus miembros. El largometraje incluye música popular latina y cortes instrumentales compuestos por John Barry. Como pudimos escuchar, el inglés creó música sensual que identifica a la seductora May Munro, quien se encuentra en medio del mundo mafioso y atrae las miradas de sus miembros, quienes desean poseerla como uno de sus bienes. Sin embargo, estos no saben que es una informante. Este trabajo es bastante similar al de la película Fuego en el cuerpo, de 1981, en el que las melodías sugestivas, con un saxofón como protagonista, son lo más destacado de la partitura.
Otras de las partituras sobresalientes de este último período en la carrera de Barry fueron La Letra Escarlata, de 1995, y Corazones apasionados, de 1998. Si bien la banda sonora escrita por el británico no fue utilizada en esta comedia, la música fue lanzada en disco compacto. En el año 2001, Barry compuso la última banda sonora de su carrera, la de la película Enigma, una producción británica protagonizada por Dougray Scott y Kate Winslet.
Durante la primera década del siglo XXI, el inglés recibió varios premios honoríficos con los que se le rindió un merecido homenaje a su brillante carrera. En 2005, la Academia de Cine y Televisión Británica, BAFTA, le otorgó el Fellowship Award; en 2009 fue laureado con el premio Max Steiner a toda una vida de logros y en 2010 la condecoración corrió por cuenta por la Academia Mundial de Bandas Sonoras. El pasado 30 de enero de 2011, el compositor murió de un infarto en la ciudad de Los Ángeles, tenía 77 años.
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