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El pasado jueves 8 de septiembre se conmemoraron 20 años del fallecimiento de Alex North, uno de los compositores más prolíficos, talentosos e influyentes de la historia de la música para cine. Con motivo de este aniversario dedicamos un programa a hacer un recorrido por su carrera y a escuchar algunas de sus más famosas bandas sonoras.
Nacido el 4 de diciembre de 1910 en Chester, un condado ubicado en el estado de Pennsylvania, al noreste de Estados Unidos, Isadore Soifer, cuyo nombre artístico fue Alex North, nació en el seno de una familia de alta cultura musical. Desde que era niño, demostró que tenía talento para la música y gracias a esto obtuvo varias becas para estudiar en buenas escuelas y universidades al lado de grandes maestros. Primero recibió clases de piano en el Institute Curtis de Filadelfia, al lado de George Boyle. Luego tomó cursos de composición en el Julliard School of Music de Nueva York junto a Bernard Wagenaar, cuando rondaba los 20 años.
Su gusto por la música rusa de aquel momento, especialmente la de Prokófiev, motivó a Alex a viajar a territorio soviético para estudiar en el prestigioso Conservatorio de Moscú. Allí fue pupilo de Antón Weprik y Victor Biela. Sin embargo, extrañaba su país y la música que estaba en boga por aquel entonces, el jazz. Cuenta la leyenda que al escuchar una grabación del famoso 'Mood Indigo' de Duke Ellington, rompió en llanto y decidió volver a casa. A su regreso continúo sus estudios junto al maestro Aaron Copland y Ernst Toch, y a finales de la década de los 30 empezó a componer sus primeras partituras.
Durante sus primeros años en el oficio, North compuso música para ballet y algunos documentales. En los años 40, el compositor escribió la música para aproximadamente 25 documentales de la Armada Estadounidense, compuso piezas concertistas, su primera sinfonía y musicalizó dos producciones de teatro, La muerte de un vendedor y Los Inocentes. Estos trabajos pusieron a North en la mira de los productores de Hollywood, y en 1951 el director Elia Kazan, uno de los más reconocidos de dicha época, lo invitó a participar en la adaptación cinematográfica que estaba haciendo de Un tranvía llamado deseo, un clásico del teatro estadounidense creado por el dramaturgo Tennessee Williams.
North aceptó la propuesta y compuso una banda sonora revolucionaria, pues fue la primera vez que se incorporó el jazz a la música para cine. La cinta, protagonizada por Marlon Brando y Vivien Leigh, se convirtió en un clásico y fue nominada a 12 premios Óscar, una de ellas por la creación de North, quien debutó por todo lo alto dando muestras de su versatilidad y genialidad. En esa misma edición, en 1952, el compositor fue postulado por la banda sonora original que compuso para la película La muerte de un viajante.
En ese mismo año, North escribió la partitura para la cinta ¡Viva, Zapata!, un clásico que retrata la vida en combate del legendario líder revolucionario mexicano Emiliano Zapata, encarnado por Marlon Brando, quien obtuvo el galardón a Mejor Actor en el Festival de Cannes y en los premios BAFTA. La cinta fue dirigida por Elia Kazan e hizo merecedor a North de su tercera nominación en los premios Óscar.En dicha partitura, el compositor estadounidense aplicó elementos de música folclórica mexicana y los tomó como punto de partida para explorar variantes a la hora de acompañar a nivel dramático la película. North era un gran amante de la música de ese país y a finales de los años 30 recibió clases del compositor Silvestre Revueltas.
Los sonidos del folclor mexicano reaparecieron en otra bandas sonora de North, la de la película Más allá del Río Grande, cinta del género del oeste dirigida por Robert Parrish, y estrenada en 1959. En los años 50, primera década del compositor en Hollywood, su éxito fue rotundo. A pesar de no haber recibido el Óscar, el cual siempre le fue esquivo, fue nominado en varias ocasiones, y produjo excelentes trabajos como las bandas sonoras de las películas La Mala Semilla, El Farsante, La Rosa Tatuada y Unchained. Para esta última, estrenada en 1955, compuso el célebre tema de amor “Unchained Melody”, que años después fue interpretado como balada cantada por parte del dúo The Righteous Brothers, y se convirtió en uno de los temas más versionados del siglo XX.
En 1960, North creó una de sus grandes obras maestras, tal vez la más extensa de su repertorio, la banda sonora original de Espartaco, clásica cinta dirigida por Stanley Kubrick, y protagonizada por Kirk Douglas, quien encarnó a este esclavo que lideró la rebelión más importante contra la república romana entre los años 73 y 71 a.C. La cinta fue una súper producción basada en la novela histórica del escritor Howard Fast y contó con las actuaciones estelares de Sir Laurence Olivier y Peter Ustinov, entre otros. Después de su estreno el filme se llevó cuatro premios Óscar y dos Globos de Oro, incluyendo el de Mejor Película de Drama. La partitura creada por Alex North fue nominada en ambas ceremonias, aunque no logró llevarse ninguno de los galardones.
Para componer la banda sonora de Espartaco, North tuvo el privilegio y la tranquilidad de crear una obra magna, pues tuvo más de un año para escribirla y pudo ver la película finalizada en varias ocasiones, un lujo que pocos compositores se pueden dar. Así las cosas, dicha coyuntura sirvió para que el estadounidense plasmara el espíritu de la roma precristiana detalladamente. El compositor utilizó una gran variedad de instrumentos exóticos para tratar de recrear de manera fiel los sonidos de dicha época y en efecto logró crear una obra colosal.
En 1961, un año después del estreno de Espartaco, North compuso la música original de la película Los inadaptados, cinta en blanco y negro dirigida por John Huston, con guión de Arthur Miller, y la participación de la despampanante rubia Marilyn Monroe y los actores Clark Gable, Montgomery Clift y Elli Wallach. La historia narra la vida de un grupo de personas marginadas que se reúnen para atrapar una manada de caballos salvajes. El estadouindense logró describir con su música la libertad de los equinos y la tristeza de los protagonistas. Adicionalmente, recurrió nuevamente al jazz y lo utilizó a nivel diegético.
Al igual que en Espartaco, Alex North tuvo la oportunidad de musicalizar nuevamente una súper producción del género histórico, el cual no era su especialidad, pues durante su trayectoria participó casi siempre en producciones de bajo presupuesto. El compositor creó, en 1963, la música de la película Cleopatra, legendaria cinta dirigida por Joseph Mankiewicz, y protagonizada por los célebres Richard Burton y Elizabeth Taylor, quienes encarnaron a Marco Antonio y Cleopatra, respectivamente. Rex Harrison, por su parte, interpretó a Julio César.
Por fortuna, al igual que en la cinta de Kubrick, North estuvo a la altura y compuso otra excelente banda sonora. Aunque creó música que evocaba la época en que transcurría el filme, el estadounidense le dio un toque contemporáneo a la partitura. Este trabajo hizo merecedor al compositor de una nominación en los premios Grammy y una más en los Óscar.
En 1966, creó la banda sonora original de otra película protagonizada por Richard Burton y Elizabeth Taylor, nos referimos ¿Quién le teme a Virginia Woolf?, clásica producción dirigida por Mike Nichols, que retrata la atormentada vida de una pareja. La cinta fue nominada en todas las categorías que existían en aquel momento en los premios Óscar, un hecho histórico, y a la postre se llevó cinco estatuillas doradas. Lamentablemente, North no logró obtener el codiciado galardón al cual había sido nominado en nueve ocasiones hasta ese momento. En la banda sonora sobresale la guitarra española. Su hermoso sonido se encarga de describir la angustia, la desdicha y el dolor que sienten Martha y George.
En 1968, North vivió uno de los sucesos más polémicos en la historia de la música para cine. Luego de componer la banda sonora original para la película 2001: Odisea del Espacio, de Stanley Kubrick, el director neoyorquino rechazó a última hora su creación y optó por utilizar obras clásicas que se popularizaron gracias al uso que les dio. Lo increíble del asunto es que Kubrick jamás le avisó a North qué había hecho con su trabajo y el compositor acudió a la premier mundial de la película sin saber que el director no utilizó un solo corte de su partitura. Al darse cuenta, North se fue en medio de la proyección devastado y desolado. Días antes de su muerte, cuando se encontraba en cama, North le pidió el favor especial a Jerry Goldsmith de que grabara la partitura que había creado para 2001 y así lo hizo en 1993, cumpliendo el deseo de su ídolo y amigo.
Dos años después, North compuso la música original para la película Las sandalias del pescador, cinta dirigida por Michael Anderson y protagonizada por el reconocido Anthony Quinn, junto a quien aparecieron en escena los actores Sir Laurence Olivier y Vittorio de Sica. El filme, que fue basado en la novela del escritor australiano Morris West, narra la lucha de un Papa en contra del poder atómico de las grandes potencias mundiales. Gracias a esa partitura, de aproximadamente 2 horas y media de duración, North recibió su único Globo de Oro, a principios de 1969. Así mismo, fue nominado otra vez por la Academia, sin lograr el éxito anhelado.
Luego del éxito arrollador durante los años 50 y 60, las décadas de los 70 y 80 no fueron tan prolíficas como las antecesoras para el compositor, pero más en cuanto a cantidad y no a calidad, pues hubo bandas sonoras como Shanks, Muerde la bala, El Verdugo de Dragones y Bajo el Volcán, que lo hicieron merecedor de nuevas nominaciones en los premios Óscar. En ellas desplegó todo su talento y estilo característico, elogiado y citado por grandes compositores que vinieron después como John Williams o Jerry Goldsmith, quienes han dicho que Alex North es una piedra angular en la historia de las bandas sonoras.
Domingo 11 de septiembre de 2011 - 10:30-11:00 p.m. (GMT - 05:00)
Escuche el podcast de este programa en el siguiente link: http://www.javeriana.edu.co/javerianaestereo/podcast/index.php?id=4176