Hola a todos:
Se cumplen 20 años del estreno de Beetlejuice, una de las cintas imprescindibles dentro del repertorio del director californiano Tim Burton. Esta comedia de humor negro fue bastante exitosa por aquél 1988, recaudando más de 70 millones de dólares en taquillas. La música estuvo a cargo de Danny Elfman, quien ha trabajado con Burton en casi todos sus filmes, siendo una de las sociedades más fructíferas en la música para cine de los últimos tiempos.
Beetlejuice tiene la habilidad de manejar una dicotomía bastante densa, es una burla y un homenaje a las películas de cine B, esas películas que llenaron los cine clubes y los auto cinemas de los años 60 y 70, en donde reinaba la sangre, los efectos exagerados, el efecto que se entendía como efecto pero que era acorde a la historia que se nos estaba contando. Eran unas películas de corte barato y de mal gusto, serpientes de hule, sangre de color vinotinto que inundaba la pantalla, guantes, etc.
El manejo del aspecto visual es muy equilibrado por el contraste que se ve al comienzo de la película, el ritmo que va tomando y el manejo que tiene de sus personajes. Su director Tim Burton es experto en manejar contrastes, sea de colores, sea de historia o de personajes, y esta fue una de las primeras películas que marcó su estilo como cineasta: primero el contraste del mundo de los vivos y de los muertos, la claridad y la ingenuidad de la pareja que interpretan Geena Davis y Alec Baldwin, y el universo gótico del mundo de los muertos, con colores oscuros y cadáveres por todos lados.
Beetlejuice, quien fue intérpretado por Michael Keaton, es un personaje que se diferencia desde el maquillaje hasta en la forma de hablar, es un pervertido sexual, un ególatra y un ser bastante maquiavélico, todo lo hace con un sentido de interés, pero siempre le agrega un toque morboso al asunto, es libidinoso, no es racional, sigue su instinto, maltrata por placer y es completamente desagradable.
La contraparte de Beetlejuice es Lydia, personificada por Winona Ryder, otra rechazada por su propia familia, la cubre la sombra del suicidio y la soledad, se siente excluida de las personas que la rodean y encuentra consuelo en la pareja de fantasmas que habitan la casa.
Ambos personajes (Beetlejuice y Lydia) son los miedos escondidos de Tim Burton, uno es su lado oscuro, el morboso, el sucio y el otro es su lado inocente, puro e ingenuo; pero ambos son completamente sombríos, están inmersos en su propia soledad y buscan un significado para su propia existencia.
Musicalmente, Danny Elfman logra expresar ese aire grotesco y divertido de esta película, se pueden escuchar elementos, melodías y ritmos de la música que ambienta ese mundo gótico y oscuro que envuelve a las películas e historias de Tim Burton. Burton ha dicho sobre Elfman: "No tenemos ni siquiera que hablar sobre la música. Ni siquiera tenemos que hablar intelectualmente, lo cual es bueno para ambos, porque somos parecidos en ese aspecto. Somos muy afortunados de estar conectados”. Hasta la fecha han trabajado conjuntamente en doce cintas.
La magnificencia de este filme, es la genialidad con que el director se burla de la suburbia Americana, quitando ese concepto de moraleja de los 50´s, nos muestra unos personajes que viven expresando sus emociones. Burton hizo de manera intencional ver los efectos tan baratos y cursis como se ven para poder burlarse de la metáfora de la muerte, refleja su personalidad en Lydia y Beetlejuice, recrea la vida de la familia disfuncional como un infierno y un tedio total. La muerte no cae en ese concepto trágico de la vida sigue y todos descansamos en paz, sino que coloca a la muerte como un procedimiento de rutina, algo que a todos nos pasa. *
*(Colaboración especial en el texto de Heider Tunarrosa)
Domingo 30 de marzo de 2008 - 10:30-11:00 p.m. (GMT-05:00)
Escúchelo por los 91.9 FM de Javeriana Estéreo, o a través del Real Audio de http://www.javerianaestereo.com/
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